Es entonces que el gobierno de los EE. UU. manda tropas a la zona norte del rio Bravo para asegurar el estado de Texas y el gobierno mexicano. Por lo que el gobierno estadounidense renovo sus solicitudes al gobierno mexicano para pactar la venta de los territorios del norte de México, pero al recibir las negativas de este, empieza una serie de preparaciones gubernamentales y privadas como fueron la toma de San Francisco en 1845 y la inmigración ilegal de miembros de la Iglesia Mormona al Lago Salado que se pertenecía al territorio mexicano de Nuevo México en 1846 y que posteriormente se convirtió en el territorio de Utah.
En ese entonces las instalaciones del Colegio servirían de cuartel general, se mando desalojar a los cadetes que en sus diferentes grupos tenían edades comprendidas entre los 13 y 19 años, muchos obedecieron, otros fueron llevados por sus familias y solo 46 cadetes solicitaron quedarse para defender su plantel, a este grupo se unieron varios cadetes recientemente graduados, los cuales aun no recibían una asignación en el Ejército Nacional, además de 19 miembros de la administración del plantel desde el director, instructores, maestros y el despensero del plantel militar.
En septiembre de 1847 varios grupos del ejército del Norte que se había retirado bajo las órdenes de Antonio López de Santa Anna se fortificaron en los alrededores del bosque y el cerro de Chapultepec, el ejército estadounidense mientras tanto tomo al palacio del Ex Arzobispado en Tacubaya como base de operaciones y llevó a cabo parte del proceso marcial contra los integrantes del Batallón de San Patricio, avanzaron y tomaron la casamata ubicada al poniente del bosque el día 11, el día 12 bombardearon el Castillo de Chapultepec y otras posiciones en el Bosque y el día 13 se dio el asalto por la infantería estadounidense del castillo por el sur y el poniente del cerro, al cual tomaron por la tarde avanzando hasta la Garita de Belén, donde fueron detenidos por las fuerzas mexicanas que se habían replegado a la Ciudadela para preparar la defensa de la ciudad, pero en la noche recibieron la orden de abandonar la ciudad por parte de Antonio López de Santa Anna quien no había participado en la batalla.
Es hasta el día 15 cuando ya tomada de forma pacífica la ciudad de México que el ejército estadounidense empieza a buscar a los heridos tirados en el campo de batalla, reúne los cuerpos de sus muertos, y permite lo mismo a civiles y prisioneros de guerra mexicanos quienes usan las trincheras como tumbas comunes ya que muchos de los combatientes estaban lejos de su lugar de origen, en el caso de los EE. UU. entierra a sus muertos en un terreno ubicado en las esquinas de Circuito Interior y Calzada de Tacuba, que es declarado como un parque memorial por el gobierno estadounidense y hoy en día forma parte de la embajada de los EE. UU. por lo que jurídicamente se considera suelo estadounidense. Los mexicanos por su parte entierran en varios lugares a los muertos.
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